Juicio por el asesinato de Rodrigo: “Evidencias fácticas de un tiroteo no hay”
*Por Guadalupe Anahí Scotta
La policía lo mató de espaldas, el recorrido de la bala es una prueba frente a la puesta en escena de un enfrentamiento. Estaba corriendo, huía y le dispararon desde atrás, las madres y familiares de víctimas de gatillo fácil describen que son fusilamientos llevados adelante por agentes del Estado y denuncian las prácticas de encubrimiento, las que se traducen en dibujar un tiroteo.
Ya se escribió muchas veces “fue un tiro por la espalda” y sobre las manifestaciones por Justicia. Desde la vuelta a la democracia a diciembre de 2022, se registraron un total de 8.701 de víctimas manos de la represión de Estado.
El vienes 1 de marzo se dio la sexta audiencia en el juicio por asesinato de Rodrigo Sánchez* y los cuatro peritos (balístico, químico, forense y médico) aseguraron que no se encontraron evidencias de enfrentamientos: ni otra arma, ni vainas o algún impacto de otra bala que no fuera la reglamentaria y sostuvieron que el resultado positivo de pólvora en las manos de Rodrigo se dio por la proximidad de los disparos policiales, a solo 2 metros con 85 centímetros de distancia, casi tres pasos. Esa descripción de escena, asesinato y una billetera violeta esparcida, nos lleva a las manifestaciones por la vida, a las fotos de Rodrigo en las calles.
Las pruebas periciales dejaron afuera a los testimonios policiales, donde se ubicaba a la víctima en otro punto y traían la palabra “arma” de la boca de otros testigos, quienes en este mismo proceso judicial no pudieron asegurar ver otra arma que no sea la del policía Lucas Gastón Carranza. Además, la hipótesis que intentaron instalar, en la que Rodrigo se encontraba sobre la moto o próximo a ella, no tuvo lugar en relación a las pruebas.
Foto: Rodrigo Savoretti /Enfant Terrible
De la quinta audiencia, bautizada como una mañana de cuentos policiales, participó el ex comisario Gonzalo Cumplido, quien declaró en calidad de testigo, ya que de casualidad pasaba por allí y presenció los hechos, si bien una abraza las casualidades que se dan en este mundo, en este caso me permito dudar de la que lo dejó en el instante preciso entre Av. Colón y Sagrada Familia. Casualmente él, que está siendo investigado por encubrimiento en otro asesinato policial, el de Blas Correa, ocasión en la que ya portaba un mando superior. ¿Se le puede añadir otro ítem a las prácticas de plantar armas, la de fabricar testigos?
Los ex compañeros de las Fuerzas de seguridad de Carranza, además de hacer sobrevolar la figura de otra arma en escena, hablaron del estado de shock del policía Lucas Gastón Carranza y fue el mismo Gonzalo Cumplido, quien describió que al oficial le temblaba el cuerpo y que debió hacerle bajar el arma reglamentaria.
La causa de Rodrigo abre otros debates, como que el Policía se hallaba de civil portando un arma y en esta dirección se tensiona en torno al uso de armas reglamentarias de las fuerzas en periodos no laborales. Desde CORREPI señalan que 66% de los fusilamientos de gatillo fácil y el 95% de los femicidios realizados por uniformados se dan ese marco. Sin embargo, también hay quienes subrayan que este campo no trae una solución de profundidad, ya que más allá de la letalidad de las armas, el brazo del Estado encuentra nuevas maneras de producir muertes.
Los testigos policiales ante la pregunta de si habían notado a Carranza bajo psicotrópicos respondieron negativamente, sucede que los informes arrojan que si lo estaba y en ese punto la selectividad para señalar el consumo problemáticos se pudo palpar en estas audiencias ya que no se volvió sobre este punto. Lo corporativo de la institución policial no nos sorprende, esta vez el rol protagónico lo tiene la mirada de la justicia sobre la instancia de robo y la vida. Las cosas y la muerte.
Foto: Julio Pereyra/Enfant Terrible
“ El juicio de todos los pibes que no llegaron a tenerlo”
Las marcas de clase de la justicia fueron obscenas, mientras Gabriela Sanso, la mamá de Rodrigo, relataba sus vivencias, la Fiscal Laura Batistelli hizo referencia a otra declaración de Gabriela en la que relataba que unas jóvenes fueron a avisarle que “había pasado algo” y ella le responde “decime que está preso”, a este pasaje se dirigió la fiscal para hacer foco en los antecedentes que podía tener Rodrigo y le reiteró varias veces ¿Por qué pensó que estaría preso? En este marco se puso como ejemplo y señaló que ella como madre, si piensa en donde estaría su hijo, lo primero que se le ocurre es que este “pateando la guinda en la canchita del club La Tablada, no va a estar en inglés”. Esta referencia no tiene en cuenta las distancias sociales y con mucha liviandad coloca en el plano de los gustos o decisiones individuales a las trayectorias de los jóvenes, además presupone que los delitos pasan por alto la zona de las canchas de rugby, lo que tiene algún tipo de sentido si pensamos en que son definiciones sociales. Cuando la fiscal terminó su argumentación, Gabriela, como lo viene haciendo hace 8 años, señaló: “Yo soy madre de los que ‘algo estaban haciendo’ pero eso no les da derecho a matar, él (Por Lucas Gastón Carranza) decidió ser el juez y en Argentina la pena de muerte no existe”.
Fotos: Guadalupe Scotta
En otras audiencias se realizaron extensas indagaciones a jóvenes testigos cercanos a la víctima, en los que se profundizaba sobre supuestos y el tono de voz se marcaba en reto; ¡Escuchemé! A los otros testigos automovilistas se les recordaron especialmente los fragmentos que daban lugar a la voz de alto y a la posibilidad de la existencia de dos armas, pero los mismos solo alcanzaron a esbozar que no recordaban los hechos. Desde la querella señalaron que el clima parecía estar direccionado a si se justifica o no el asesinato en una instancia de robo. En esa dirección recordamos que, en el último juicio por gatillo fácil, el de Isaías Luna, recibieron una condena mayor y encierro en cárcel quienes se encontraban cometiendo un robo a diferencia del policía que gatilló, quién obtuvo una condena menor y sin prisión efectiva.
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Llevó ocho años que esta causa se eleve a juicio y mientras el mismo trascurre, el actual presidente, Javier Milei, en la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso situó en el primer estandarte a la propiedad privada y se volvió a referir a la legalización del gatillo fácil, ya no llegamos ni al engaño de la igualdad ante la ley y van por más: “Se terminó con nosotros la cultura vil del despreciar a las fuerzas del orden y a las víctimas del delito y el enaltecer a los delincuentes. Por eso, estamos impulsando una ampliación del marco de legítima defensa y de cumplimiento del deber, para que no termine entre las rejas los ciudadanos que se protegen a sí mismos o los policías que protegen a los ciudadanos, mientras los delincuentes pasean libres por nuestras calles” Pretenden llevar adelante un “pacto” en esta provincia, además del carácter negacioncita y envalentonador de balas de este gobierno, la idea de destruir y refundar nos deja cerca del modelo de la última dictadura militar argentina, también llamada Proceso de Reorganización Nacional.
Esa mañana de audiencias y discursos, la Bel (Militante y Psicóloga de DDHH) sostiene una bandera con la el rostro de Rodrigo y dice que no se puede sacar la esperanza del cuerpo, que no cree en los que están adentro de Tribunales, pero si en lo que pueden lxs que luchan y señala a lxs pibxs levantado un campamento. Desde las organizaciones cuentan que no llega comida para los comedores, que se están autogestionando y no saben hasta cuándo la gente va a poder solidarizarse. Se están dando de baja los planes sociales, se busca desarticular lo colectivo, dejar un desierto. La gente no puede llegar a Tribunales, porque no tiene plata para el colectivo.
El “palacio” de justicia no tiene árboles, en el cemento pica el sol y entre varixs arman una sombra y es una metáfora de como quema febrero/marzo y que el refugio está como una tienda de campaña sin agua cerca, pero se levanta.
Fotos: Guadalupe Scotta
NOTAS:
*El 19 de septiembre del año 2015 en Av. Colón y Sagrada Familia, el policía de civil, Lucas Gastón Carranza, disparó por la espalda a Rodrigo, de 17 años. Exámenes citológicos resultaron positivos para el policía. En el año 2017 fue sobreseído y apartado de las fuerzas tras intentar sustraer una campera en el local Falabella y otra causa lo ubica en un intento de robo de un vehículo Remis empleado un elemento corto punzante.
*La calificación legal de la causa de Rodrigo, en este caso se alcanzó a sentar al acusado bajo la figura de homicidio simple (con dolo eventual) agravado por el uso de arma de fuego, en el campo de los Derechos Humanos hay quienes señalan que este es un juicio histórico, ya que se consiguió llegar a esta instancia tras 8 años en las calles e intentos de sobreseimiento del policía Carranza por parte Dra. Jorgelina Gutiez (Ver https://muchopalonoticias.com/2017/05/02/preso-por-robar-campera-sobreseido-por-asesinar/) el trabajo jurídico del abogado Allende Posse es un paso más para juzgar a los homicidios cometidos por miembros de las fuerzas de seguridad y policiales, y es un avance para abrir camino a las figuras de Homicidio calificado por abuso funcional, legítima defensa, cumplimiento del deber y ejercicio de un cargo, en exceso.
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