Espacio de niñeces “Club del Dari”: rompiendo con las miradas adultocéntricas
Por María Fernanda Espejo
El “Club del Dari” es el espacio político – pedagógico del Frente Popular Darío Santillán (FPDS) que trabajaba con las niñeces y juventudes. Hace 8 años militantes de la organización, desde una perspectiva crítica generan propuestas educativas y lúdicas para más de 300 niñes y juventudes.
La apuesta de construir espacios para las niñeces y juventudes rompiendo con miradas adultocéntricas es un desafío permanente para quienes militan la propuesta. En un contexto donde 6 de cada 10 pibes son pobres, el Club del Dari se transforma en un espacio necesario para el acompañamiento de niñeces y juventudes puedan crear otros vínculos solidarios y afectivos y a su vez, comiencen procesos de organización y lucha.
Con actividades recreativas, les militantes del FPDS, abordan problemáticas que les atraviesan, reconociendo a les niñes y jóvenes como sujetes polítiques y actores claves para la transformación social.
En el marco de otra jornada de lucha conversamos con Tamara, militante del FPDS quien desde el Distrito de Lanus y Lomas de Zamora, ambos del sur del Conurbano bonaerense, construye desde el “Club del Dari”
Se cumplen 21 años de la Masacre de Avellaneda, desde el espacio ¿cómo trabajan la siembra de Dario Santillán y Maximiliano Kosteki con las niñeces y juventudes?
Hace varios años, venimos construyendo un calendario de lucha con algunas efemérides que consideramos que atraviesan nuestra historia reciente y dentro de la cual queremos construir e incorporar a nuestros íconos populares que nos han arrebatado en la represión estatal. Dentro de ese calendario celebramos y agradecemos el encontrarnos en un entramado popular comunitario, asambleario y cooperativo.
En ese calendario de lucha el 25 y el 26 de junio ocupa un lugar central, hace años venimos trabajando la fecha con diferentes herramientas, partimos de lo audiovisual y los cuentos trabajamos quienes eran Maxi y Darío, qué hacían ese día en la Estación. Tienen mucho registro les pibis, lo que implica ser piquetere, cooperativista social, qué son las movilizaciones. Se genera un paralelismo entre el contexto en el que Dario y Maxi son asesinados y la actualidad que es la realidad de muchas de sus familias. Además de apelar a sus vidas cotidianas qué es lo que conocen, se genera un traspaso de información entre generaciones , donde les pibis más grandes socializan los relatos sobre Dario y Maxi.
Según el informe publicado en el año 2023 por el Observatorio de la Deuda Social de la Argentina de la Universidad Católica, hay un total de 8,2 millones de niñes y adolescentes pobres en Argentina. Asimismo, informa que entre 2015 y 2022, la inseguridad alimentaria incrementó 11,4 %.
Ante el crecimiento de sectores empobrecidos, las juventudes son objeto de múltiples opresiones tales como, el vínculo con las instituciones educativas y políticas, la criminalización de las juventudes por parte de las fuerzas policiales y la escasa posibilidad de poseer experiencia laboral (Svampa y Pereyra, 2006); frente a estas condiciones el “Club del Dari” propone otras lógicas de trabajo, a través del trabajo comunitario, acompañando a las familias que atraviesan estas problemáticas y construyendo estrategias colectivas para la resolución de las mismas.
Si pensamos en el contexto del año 2002, cuando en el marco de un plan de lucha, Dario y Maxi fueron asesinados por la policía bonaerense en la Estación de Avellaneda ¿Qué similitudes encuentran de aquella época con la actual?
En la actualidad, vemos constantemente que se replican situaciones violencia y represión como las del 2002, vemos un contexto y una situación social de crisis en otros niveles, tal vez tocando otras necesidades, pero el pueblo está en la calle reclamando casi cotidianamente los derechos que no están siendo garantizados, la falta de políticas públicas que logren paliar de manera estructural las necesidades existentes.
Hoy en día estamos muy atravesades por la represión bestial y asesina que están viviendo les compañeres en Jujuy, mientras que los desalojos se replican en distintas partes del país hacia niñeces y adolescencias, las que están siendo junto a sus madres víctimas de las violencias machistas. Estamos en contexto donde la represión desmedida sigue existiendo, las necesidades básicas no están cubiertas y la violencia como forma de responder a la protesta social está muy latente, lo cual es peligroso y preocupante… hay un hilo conductor que nos empareja y asemeja nuestra realidad con la del 2002.
¿Qué debates se dan dentro del espacio sobre los contextos de las niñeces y juventudes?
Por un lado, la falta de política pública alrededor de los derechos de los pibes y de las pibas, lo que existe es muy poco en relación a programas o proyectos que estén destinados a garantizar los derechos, se lanzan con presupuestos bajísimos, los que no logran tomar dimensión ni a la altura a las condiciones en las que estan les pibes.
Hay pibes que no han podido acceder a una educación de calidad, y están terminando la escuela sin saber leer y escribir, y allí termina siendo un espacio que es expulsivo, que no abraza sus realidades de sus familias que están desocupades, o que viven de changas o de trueque o de pedir comida o dinero en la vía pública. Otres pibes dejan de jugar para tener que trabajar, para poder comer o cuidar a sus hermanos y que sus madres salgan a trabajar. Pibes y pibas que sufren situaciones de violencias muy fuertes, que son sobrevivientes de violencias machistas junto a sus madres, o son sobrevivientes a situaciones de abusos sexuales en su niñez. Creemos que estamos en una situación de descomposición social muy fuerte y que las niiñeces y adolescencias están siendo violentados de múltiples maneras. La quita de derechos estructurales que luego hace muy difícil poder trazar otros proyectos de vida.
Nos preocupa mucho lo estallado que está socialmente, y en qué lugar están los pibes y las pibas en este contexto. Situaciones de auto lesiones que crecen, suicidios de adolescentes, no poder acceder a la salud y a la educación, es decir estar expulsados de las instituciones.
Las políticas de saqueo y muerte se vienen instalando en todo el continente bajo la complicidad de los poderes políticos y económicos creando redes y alianzas territoriales sumamente violentas, afectando doblemente a las mujeres, cuerpos feminizados, niñeces y juventudes.
En este sentido, según el Observatorio Ahora Si Que Nos Ven, entre 2015 y lo que va de 2023 se registran al menos 1932 casos en los que niñas, niños y niñes pierden a sus madres por ser víctimas de femicidio. Siguiendo con los datos de dicho observatorio, se plantea que 6 de cada 10 femicidios que ocurrieron dentro de la vivienda de la víctima y en manos de parejas o exparejas, las niñeces y juventudes de alguna manera han sido testigos y también han sido víctimas de la violencia machista ejercida contra sus madres.
Los números son alarmantes y representan la complejidad de las problemáticas, las afectaciones y la imperiosa necesidad de diseñar políticas que aborden manera multidimensional.
¿Qué dificultades y desafíos encuentran en el trabajo con las niñeces y juventudes?
Hay poca o nulas propuestas para les pibes que tienen su estructura familiar desmembrada y violentada, donde no hay adulteces que puedan ser referentes afectives que puedan cuidarles, porque también fueron esas niñeces y con lo que tienen hacen lo posible y mucha veces con eso posible también vulnera derechos.
Las instituciones están estalladas, tenemos que construir alternativas y creemos que es por fuera del Estado. Apostamos a la construcción y a la creación de lazos afectivas, de referencias positivas con les pibis de poder construir con elles otros mundos posibles y otras propuestas a las que el sistema les está ofreciendo todo el tiempo, las que son asesinas para sus cuerpos, insalubres, dañinas… que no buscan para nada potenciar sus intereses, sostener sus proyectos
A 40 años de democracia, ¿Cuáles son las deudas que tiene el estado y los gobiernos con las niñeces y juventudes?
A 40 años de democracia, existen muchas deudas con les niñeces y juventudes, principalmente no priorizándoles en las políticas públicas, en los presupuestos, en las decisiones donde les pubis no son consultades. La lógica capitalista busca que sus padres y madres que quedan por fuera del sistema de trabajo, que son más del 50% hagan lo que puedan y resuelvan con un combo de planes y programas que son insuficientes a las necesidades y a la carencia generada en base a las violencias estructurales que se vienen reproduciendo generacionalmente.
Creemos que si no se tienen en cuenta las voces de les pibis para escucharles, para saber qué les está pasando, cuáles son sus problemáticas, que les pone triste o que necesitan… nunca se van a construir políticas públicas, ni se van a tomar medidas a la altura de las circunstancias… Creemos que es con elles,con adulteces que podamos pensar nuestras prácticas, nuestras formas, cuestionandonos, callarnos y escuchando lo que tienen para decir. Construyendo con paciencia espacios amorosos, de escucha y acompañamiento. No mirando para el costado, sino comprometiéndonos a que sus voces se escuchen en espacios donde aún no son escuchados.
Es urgente poder comprender la complejidad de las problemáticas que atraviesan a las niñeces y juventudes, en este sentido es necesario plantear políticas situadas, que tengan en cuenta las dinámicas territoriales y romper con las recetas importadas organismos internacionales que no aportan a la resolución de las desigualdades estructurales. Asimismo, es fundamental que las niñeces y juventudes tengan una participación real, no demagógica y panfleteada. Por ello, las vigilancias sobre la mirada y las prácticas adultocéntricas deben ser más rigurosas para con las adulteces, para lograr acompañar los procesos organizativos de las niñeces y juventudes ejercitando la escucha, posibilitando el pensamiento crítico y promoviendo la participación protagónica. De esta manera también y de no menor importancia, que las adulteces se atrevan a aprender de las niñeces y juventudes.
Como dice Tamara, hay una “empatía en les jóvenes con les que venimos activando la semilla de Maxi y Darío como ejemplo de compañerismo y militancia.”
En este sentido, existe un capital acumulado y un aprendizaje histórico del movimiento piquetero. Los levantamientos históricos de los 90 en la Argentina fueron protagónicos, las experiencias de lo comunitario, de las ollas populares, trueques, roperos y huertas comunitarias. Las juventudes sin dudas, no son el futuro, son el presente y son parte fundamental de las bases de las organizaciones sociales. El “Club del Dari” es un espacio más que se suma a las prácticas prefigurativas de una democracia de base, con fuerte impronta asamblearia hacia el horizonte de aportar a la construcción de poder popular.
Fotos: Archivo de Espacio de Niñeces del Club del Dari
Svampa, Martistela y Pereyra, Sebastian (2006). La política de los movimientos piqueteros. Capítulo de libro Tomar la palabra: Estudios sobre protesta social y acción colectiva en Argentina contemporánea. Ed. Prometeo. Buenos Aires.
Observatorio Ahora si que nos ven (2023). 2257 FEMICIDIOS DESDE EL PRIMER NI UNA MENOS.
Informe de la Universidad Católica Argentina. (2023) Retorno a la senda de privaciones que signan a la infancia argentina. Las deudas sociales con la infancia se retrotraen a los niveles pre pandemia, marcando lo estructural de las carencias y desigualdades sociales que condicionan su desarrollo». https://uca.edu.ar/es/noticias/retorno-a-la-senda-de-privaciones-que-signan-a-la-infancia-argentina