“Te queremos aparecido”: once años sin Facundo
Por María Fernanda Espejo
A 11 años de la desaparición forzada de Facundo Rivera Alegre, se realizó una jornada cultural junto a su familia y amistades. Instalaron un nuevo memorial en homenaje al Rubio del Pasaje. El evento se realizó en la Plaza Aguilera Barrio Junior de la ciudad de Córdoba. Estuvieron presentes diversos movimientos sociales, centros de estudiantes y organizaciones de DD. HH.
Este año la consigna fue “Te queremos aparecido”.
Hace 11 años se busca el Rubio del Pasaje
El 18 de febrero de 2012, Facundo Rivera Alegre salió con amigues al baile de Damián Córdoba y nunca más volvió. Facundo tenía 19 años, una hija de 6 meses y convivía con su pareja en un pasaje de Barrio Junior. Era fanático de Boca y le gustaba la música.
Hace 11 años, Viviana Alegre junto a familiares, amigues y organizaciones sociales sostienen la lucha por la aparición de Facundo Rivera Alegre. Todos los febreros, se realizan diversas jornadas culturales fogoneando la memoria y afirmando la lucha.
En agosto del 2015, se desarrolló el juicio; la Cámara 11 del Crimen de la Ciudad de Córdoba condenó a Pablo Rearte como coautor responsable de homicidio doblemente agravado por uso de arma de fuego e intervención de menor (quien era su hermano). Al unificarse esta pena con otro caso, se le dictaminó doce años de prisión. Además de Pablo Rearte, fueron imputados su hermano, que no fue juzgado por ser menor de edad al momento del hecho; y Aldo Monje, ex empleado municipal acusado de encubrimiento agravado por supuestamente haber cremado el cuerpo de Facundo en el Cementerio San Vicente. Monje fue absuelto. En dicho juicio, el abogado querellante en aquél momento, Claudio Orosz solicitó la absolución de los tres sospechosos entendiendo que los verdaderos responsables no se encontraban condenados, sino “unos perejiles”
Las irregularidades del proceso quedaron a la vista y fueron denunciadas desde el inicio. Al día siguiente del inicio del juicio Viviana recibe una llamada que le expresaba que no iba a ver nunca más a su hijo. Después de dos años de estar desaparecido Facu, Viviana accede a una copia del expediente.
Tras el juicio por Facundo, el Tribunal no podía tener la certeza de que a Facundo lo habían cremado. En ese momento, se supo que había otra investigación bajo secreto de sumario sobre una fosa común con 400 cuerpos cenizas en el Cementerio Municipal de San Vicente.
En el 2020, Adriana Gentile, actual abogada de la familia Rivera Alegre, se reunió con el fiscal Dalma para reforzar la búsqueda de Facundo Rivera Alegre. Dalma respondió al pedido de manera negativa, indicando que no eran más querellantes y que el delito ya se había juzgado. De esta forma no se continuaría con la búsqueda a no ser que existieran nuevos datos.
A fines del 2022, la familia logra constituirse como querellante a instancia de la nueva fiscal Celeste Blasco. Recientemente, testigos aportaron datos señalando las lagunas de Barrio Maldonado donde puede haber sido arrojado el cuerpo de Facundo. Adriana Gentile presentó la medida de frenar las obras para preservar el espacio y poder empezar el rastrillaje. El poder judicial rechazó el pedido de suspender la construcción del parque acuático. Frente a esto Viviana decide viajar a Buenos Aires con el objetivo de buscar apoyo en organizaciones como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Amnistía Internacional en Argentina y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
Desapariciones forzadas
La tipificación del delito de Desaparición Forzada de Personas como delito individual no se cumplía.En mayo del 2011 se incorpora como delito Desaparición Forzada de Personas al Código Penal Argentino a través de la Ley 26.679. El fallo de la Corte Interamericana de DD. HH. Emitido en 2011 contra el Estado argentino por la desaparición forzada de Ivan Torres Millcura llevó a tipificar el delito de desaparición forzada en nuestro Código Penal. De acuerdo a las definiciones del delito planteadas en dichas legislaciones, según Adriana Meyer, la piedra fundamental es la participación directa del Estado ya sea a través de sus uniformados o de bandas que cuenten con apoyo o complicidad de las instituciones estatales para concretar dicho acto.
Por otro lado, en aquel fallo también ordenaba al Estado argentino a generar un listado oficial y a elaborar un protocolo específico para la actuación de las fuerzas policiales y de seguridad a la hora de abordar este delito. Al día de la fecha no hay registros oficiales de las desapariciones forzadas y es más a aparecen junto a las personas extraviadas. El plan federal busca personas “desaparecidas y extraviadas” como si fueran lo mismo.
La desaparición forzosa no es una práctica criminal nueva en Argentina, por el contrario es una práctica que remite. Sin embargo como dice Nora Cortiñas “Tenemos una larga lista de desaparecidos en gobiernos constitucionales y seguimos pidiendo la aparición con vida de todos ellos.” Daniel Solano, trabajador golondrina salteño desaparecido en Rio Negro, Ivan Torres en comodoro Rivadvia, Sergio Avila, el estudiante universitario desaparecido en Neuquen en una bailanta custodiada por personal en actividad del Ejercito; Jonathan “Kiki” Lescano, asesinado por policía de CABA, desaparecido dos meses y apareció como NN en Chacarita, Miguel Bru estudiante de periodismo de 23 años desaparecido tras ser privado de libertad en una comisaría de la Plata. Luciano Arruga desaparecido desde el 31 de enero de 2009, hasta el 17 de octubre de 2014, que encontraron su cuerpo enterrado como «NN» en el Cementerio de la Chacarita.
Existen,según Meyer, más de 200 casos de desapariciones forzosas ocurridos en períodos constitucionales, de los cuales el 30% no están los cuerpos.
La desaparición es uno de los métodos que utilizan las fuerzas de seguridad como forma de ocultamiento de un crimen, así como también de adoctrinar y generar terror entre quienes rodean al desaparecide.
Se pueden identificar un modus operandi similar en la mayoría de los casos, la misma fuerza estatal sospechada es la que sigue interviniendo en las primeras horas de las investigaciones y encubren de diversas formas con un común denominador: tapan lo sucedido, distorsionan los hechos, ensucian al desaparecide. Otro de los elementos que se repiten es que en los lugares que aparecen los cuerpos y sus pertenencias ya fueron rastrillados. (Meyer, 2021) Los sectores de la policía, la justicia y élites políticas locales aparecen imbricados en el diseño de una red que es cómplice y busca ocultar a los culpables como así también minimizan públicamente lo sucedido (Gayol y Kessler, 2018).
La ausencia del cuerpo no solo construye un mensaje nefasto que se esparce en los imaginarios sino que también significa una gran dificultad para ejercer el derecho al duelo. La familia necesita del cuerpo. Asimismo, la ausencia del cuerpo termina siendo un potencial para crear política y una cultura que se construye en clave de denuncia, es en el proceso de lucha por la aparición donde se crean las solidaridades y las distintas acciones colectivas. Son les familiares junto a las amistades, organizaciones sociales quienes se ponen al hombro las investigaciones, aportan datos, se introducen al campo de lo jurídico para alcanzar la justicia. Son elles acompañades de sus abogades reciben presiones y amenazas, son perseguides e intimidades. Son sometides a versiones espantosas sobre sus seres querides. Pero aun así sostienen la lucha y convierten el dolor y la bronca en organización.
“Hasta encontrarte Facu”
En la historia familiar de Viviana Alegre, Facu no es el único desaparecido. En la última dictadura militar su hermano junto a su compañera, embarazada de seis meses, fueron desaparecides y hasta el día de hoy no se conocen sus paraderos.
Viviana muestra año tras año, retazos de la vida de Facu, escribe y relata cómo era su hijo que permiten imaginarnos cómo era él. Desde su lucha por la aparición de su hijo en estos 11 años puso en debate las políticas públicas destinadas para las juventudes, tensionó los complejos entramados en los barrios cordobeses atravesados por el narcotráfico y sin perder de vista los responsables políticos.
Viviana ha sido un faro para muchas madres, tías, hermanas de les pibes que fueron desaparecides y asesinades en manos del Estado. Con su ejemplo ha marcado caminos de lucha contra la impunidad, tejiendo redes, multiplicando la memoria de Facundo y ensayando otras justicias.
Facu se encuentra en las remeras, en grafitis, en las calles. Facu se multiplicó y su historia también es obra de teatro: La ilusión del Rubio escrita por Santiago San Paulo, dirigida por Gastón Marioni y protagonizada por Martin Slipak.
Hace 11 años que los febreros tienen otro sentido en Córdoba, la plaza Aguilera de Barrio Junior se habita desde la memoria con música y los micrófonos son ecos de nombres de les pibes que ya no están. Viviana acompañada por su familia, amigues, organizaciones sociales y artistas como Juli Rivarola, Gonchi Mamonde y José Luis Aguirre que siempre están presentes.
“Desde los escalafones del poder deben saber que es una convicción innegociable que los responsables enfrenten el banquillo de los acusados. Este es un camino con un solo final, saber qué pasó con vos, ¿Facu dónde estás?” Expresa el documento realizado por el espacio de Familiares y Amigos de Facundo Rivera Alegre.
Facu es una de las expresiones de la existencia de que esos remanentes del aparato represivo nunca desmantelado, siguen contando con el poder para seguir perpetrando ese método aplicado de manera masiva durante la dictadura con claros efectos sobre el inconsciente colectivo.
Les desaparecides, nos faltan a todes y la búsqueda debe ser un compromiso de todes.
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