*Por María Fernanda Espejo

Las Mujeres, Lesbianas,Trans,Travestis, Intersexuales, Bisexuales, No Binaries, tenemos cita en territorio huarpe, comechingón y ranquel. Mañana nos encontramos después de dos años de pandemia. Nos encontramos este 8, 9 y 10 de octubre en el Encuentro número 35. 

El encuentro es la herramienta que el movimiento feminista pudo construir y sostener a pesar de los contextos, los debates. Es la expresión más allá de las tensiones de la unidad y de la capacidad de transformación estando a la altura de la coyuntura. El encuentro es la potencia para la transformación. 

El cambio del nombre representa por un lado el reconocimiento de múltiples identidades y de visibilizar las múltiples violencias patriarcales y racistas que atraviesan los cuerpos feminizados. El nombre es una práctica pedagógica de reconocer y reparar, en términos históricos, la existencia de miles de cosmovisiones y culturas que tienen los pueblos y que por siglos fueron invisibilizadas. En este sentido la Comisión Organizadora expresa que “Cambiar el nombre a nuestro querido encuentro no es un capricho de esta comisión, es reconocer, escuchar, empatizar, visibilizar, darle existencia a tantas y tantes compañeres que no “encajan” en la categoría de MUJER y tampoco se sienten nombrades al hablar de NACIÓN; asumiendo con orgullo que las fronteras se tornan difusas cuando nos pensamos en clave transfeminsita. Afirmamos, también que el Estado nación argentino se creó bajo el genocidio indígena, afro y de sus descendientes, la negación de que no existen diversos pueblos y naciones es invisibilización. La negación de lesbianas, trans, travestis, bisexuales, intersexuales y no binaries es invisibilización.” Ante el avance de la derecha y de expresiones neofascistas que profundizan políticas raciales y sexuales, lesboodiantes, transodiantes y misóginas, es necesaria la organización y la unidad sosteniendo la diversidad de posiciones. 

Algunos desafíos del Movimiento

La lucha por el aborto legal seguro y gratuito fue una conquista, producto de una lucha histórica del movimiento. La pandemia no detuvo dicha lucha. La interrupción del embarazo es un derecho que no está garantizado en todo el territorio argentino. Se siguen escuchando los relatos sobre los malos tratos en los centros de salud hacia las personas gestantes por decidir interrumpir su embarazo. Por otro lado, les profesionales que garantizan son perseguides, criminalizades y judicializades, Miranda Ruiz sigue presa por garantizar un derecho. El lema de “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir” se sostiene, no solo por las dificultades en el acceso al Aborto Legal sino también a una real implementación de la Educación Sexual Integral en las escuelas en todos los niveles. Pero esta lucha claramente no tiene fronteras, la aprobación de la ley en argentina, fue un eco importante para todo el continente. 

Durante la pandemia fue fundamental la organización de las mujeres y las disidencias en las barriadas populares organizando las ollas colectivas, las brigadas socorristas, los acompañamientos por situaciones de violencias machistas. Por fuera del fatalismo que se intentó instalar por la pandemia, el movimiento feminista puso en agenda el reconocimiento de las tareas de cuidado y reproducción de la vida, pudiendo politizarlas y cuestionando el aporte invisibilizado a las macroeconomías de los Estados. 

Las guardianas y defensoras de los territorios mientras siguen denunciando el saqueo y las violencias. Son ellas quienes ponen el cuerpo contra el sistema económico extractivista extractivista, agro minero exportador, que saquea bienes comunes, contamina agua y aire, nos enferma y mata, desaloja a los pueblos que la habitan. Asimismo, las experiencias de economías alternativas cada vez son más, la creatividad está puesta en marcha para producir y comercializar por fuera de las lógicas del capital heteropatriarcal y racista. 

El encuentro es necesario para fortalecer redes y solidaridades para seguir exigiendo a los gobiernos y al poder judicial que busquen a les desaparecides por redes de trata. Las violencias machistas matan y los gobiernos no están respondiendo con políticas públicas que aborden las violencias. Desde el Observatorio “Mujeres, Disidencias, Derechos” informan que desde el 1° de Enero al 30 de septiembre, se contabilizan 169 femicidios y trans – travesticidios en la Argentina en 2022 y de acuerdo al informe publicado desde “Ahora que si nos ven” hubo 95 intentos de femicidios. La creación de políticas con presupuesto, con criterios profesionales, con una mirada e intervención feminista e interseccional es urgente.

El encuentro es necesario para trazar nuevas líneas de trabajo, acción y demandas, pero también para acuerparnos, para seguir construyendo desde el afecto, los abrazos, alegrías, bailes y risas.

*Fotos: María Fernanda Espejo