El primer paro nacional de mujeres, aquel 19 de Octubre del 2016 tras el femicidio de Lucia Pérez, como expresión de la bronca organizada en las calles con la consigna “Si nuestra vida no vale, produzcan sin nosotras”.
El movimiento feminista protagoniza el primer paro nacional al Gobierno de Mauricio Macri, proponiendo el abandono de tareas y movilización, generando una huelga a lo largo y ancho del país.
La marea violeta y verde, llegó al #8M de 2017 multiplicandosé en las calles, el hartazgo porque las estadísticas de femicidios y crímenes de odio no frenaban. #NosMueveElDeseo, porque cada vez éramos más, las compañeras históricas del movimiento feminista, las compañeras que se sumaban a luchar. “Que la tierra tiemble”, porque estábamos haciendo historia con un nuevo paro feminista.
El 2018 y la huelga feminista salió a las calles gritando “Paramos contra los despidos, el ajuste del gobierno y por aborto legal, seguro y gratuito”. Se palpitaba un año con la posibilidad histórica de conquistar el derecho a decidir por nuestros cuerpos. Los #8M no eran hechos aislados, eran una expresión que tenía su continuidad en las asambleas y en los Encuentros Plurinacionales de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans. Porque las múltiples opresiones violentan a las mujeres y los cuerpos disidentes: Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans.


“Si nosotras paramos, paramos el mundo”, el #8M del 2019 la convocatoria para las calles se consolidaba trascendiendo fronteras: Paro Internacional y Plurinacional Feminista.
El 2020 y 2021, estuvo atravesada por la pandemia mundial del Covid 19. La pandemia puso en relieve los niveles estructurales de desigualdad colocando a las mujeres y a los cuerpos feminizados en un estado de mayor vulnerabilidad. Asimismo, las asambleas barriales, las ollas populares fueron algunas de las estrategias para paliar la crisis. Sin embargo, se multiplicaron las estrategias para el acceso a la información tales como los #ruidazos, twitazos; las redes y las solidaridades comunitarias se fortalecieron. Ante la ausencia de políticas de Estado, fueron las mujeres y las disidencias sexuales que generaron estrategias para acompañar y asistir a las y les compañeres. Fueron y son la primera línea que pone el cuerpo.


La pandemia no logró frenar la organización, festejamos la conquista de un nuevo derecho: la legalización del aborto y una vez más las calles siguieron siendo nuestras.
Hoy nos encontramos en un nuevo Paro Internacional, Vamos al 6to #ParoInternacional Feminista de Mujeres, Lesbianas, Lesbianes, Travestis, Trans, No Binaries, Intersex y Bisexuales, para gritar bien fuerte:
¡No al acuerdo con el FMI! La deuda es con nosotras y nosotres
Basta de ajuste, violencias patriarcales y extractivismo. El Estado, los gobiernos y la justicia patriarcal son responsables
Basta de femicidios, transfemicidios, travesticidios y redes de trata ¡Presupuesto ya para políticas públicas efectivas!